Una vocación encendida tras años de trabajar con vidrieras cuando Jim encontró lo que él llama su verdadera "dicha" al ponerse ante las llamas, soplete en mano.
El arte secular del soplado de vidrio se remonta al sigloI a.C., pero en Prairie Fire Glass el pasado se encuentra con el presente en el estudio de Jim, un taller en funcionamiento con hornos encendidos.
Aquí podrá contemplar el oficio y la artesanía ancestrales ante sus propios ojos, mientras Jim transforma el vidrio fundido en magistrales obras de arte: calentándolo, enrollándolo, girándolo y, por supuesto, soplándolo. Jim trabaja con maestría las masas fundidas y brillantes a temperaturas superiores a los 1.500° F. La artesanía se une al ardiente arte del espectáculo con resultados fascinantes. Las piezas acabadas son siempre únicas y nunca se volverán a soplar o esculpir exactamente igual. Así es el arte del soplado de vidrio. El arte de Jim.
En toda la galería de Jim hay obras llenas de color que dan fe de su pasión por el oficio. Sus creaciones incluyen piezas vibrantes pero llenas de sentido, como jarrones, cuencos, joyas y adornos. Jim atribuye su proceso creativo a dejar que la inspiración lo encuentre, ya sea en las puestas de sol del centro de Illinois o en las imágenes del telescopio Hubble, y luego dejar que afloren el carácter, el temperamento y la personalidad propios del vidrio.
Sin embargo, en Prairie Fire Glass, el arte no termina con Jim. Es realmente un asunto de familia. La mujer de Jim, Laurie, suele diseñar meticulosamente los expositores, mientras que el hermano de Jim y su cuñada adornan la galería con muebles hechos a mano y carteles antiguos. Incluso su página web ha sido diseñada por su hijo.
Si desea ver la obra de Jim, así como la de su hijo, visite prairiefireglass.com. Y si quiere ver de primera mano el proceso de soplado de vidrio de Jim, puede visitar el estudio y la galería en persona.
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