Tras licenciarse en la Universidad del Sur de Illinois, Toraason siguió su pasión por el soplado de vidrio a Costa Rica y Carolina del Norte.
Pero como dice Hiram: "Una vez que te vas de Illinois, te das cuenta de por qué te gusta tanto". Así que en 2003 regresó a Peoria, donde se sumergió en una floreciente escena artística.
En la actualidad, Hiram se afana en su estudio, situado en el barrio de Old Town North, dando forma a modernas obras de arte en vidrio fundido. Ahora es aprendiz de otros entusiastas del soplado de vidrio, otro testimonio de su enfoque "por el bien común" de ayudar a los demás, que incluye la creación de brillantes instalaciones de vidrio para el hospital local y la elaboración a mano de adornos benéficos para organizaciones como Easter Seals.
En su estudio de soplado de vidrio, un taller mecánico reconvertido de los años 20, regresará a una época más sencilla y exquisita de la historia de Estados Unidos. Allí encontrará hornos de 3500 grados que dan vida a todo tipo de objetos, desde exquisitos jarrones y placas de vidrio únicas (en el azul característico de Hiram) hasta un prestigioso premio diseñado para la mismísima Caterpillar de Peoria. No está mal para un licenciado en empresariales que entró en ese estudio de vidrio hace tantos años y salió "cambiado para siempre".
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