Parque Glacial: La Gema del Distrito de Conservación del Condado de McHenry
Oct 18, 2018 - Aire libre y regional
Aunque "glaciar" figura en el nombre de este parque, si busca un glaciar, llega unos 12.000 años tarde.
Pero no hay que preocuparse. Aunque los glaciares se marcharon hace mucho tiempo, dejaron tras de sí algo muy especial: una mezcla diversa de pradera, sabana, humedales y colinas onduladas, todo en un parque de 3.400 acres. Bienvenido a la joya del Distrito de Conservación del Condado de McHenry: Glacial Park.
Kames Los regalos de los glaciares
La diversidad de Glacial Park significa que hay mucho que ver y hacer. Pero su rasgo más distintivo es su serie de kames. Le darán una visión fascinante de cómo se formó esta parte del estado.
¿No conoce el kames? He aquí la lección básica de geología. Cuando los glaciares se derritieron, dejaron grandes depósitos de arena y grava en las depresiones del hielo. Cuando el hielo se derritió aún más, los depósitos se asentaron en forma de montículos. En los miles de años siguientes, la tierra los cubrió poco a poco, la hierba se apoderó de ellos, la erosión los esculpió un poco y ahora tenemos un hermoso parque lleno de colinas, también conocidas como kames. Son un espectáculo impresionante que emerge de la llanura de la pradera. Además de ser una delicia paisajística y una curiosidad geológica, son un punto culminante de las rutas de senderismo. Gracias, naturaleza.
Senderismo Parque Glaciar
Son caminatas bastante fáciles en Glacial Park y ofrecen mucho que ver. Hay unos ocho kilómetros de senderos, que puede recorrer por tramos o en bucle. Si quiere ver el parque en todo su esplendor, pruebe el sendero Deerpath Loop Trail. Se trata de un sendero interpretativo autoguiado de unos 3,2 km que atraviesa bosques, praderas, sabanas, marismas y ciénagas, restos de la época glaciar. Si quiere un poco más de desafío, suba los 105 pies del Camelback Kame.
Piragüismo, kayak y pesca en el arroyo Nippersink
El precioso y serpenteante arroyo Nippersink atraviesa el parque en su camino hacia el río Fox. Su lenta corriente lo convierte en una opción perfecta para remar relajadamente por la pradera, los humedales y los kames.
A través de sus aguas cristalinas podrá ver algunas de las más de 40 especies de peces que habitan en el río, como la lubina, el bluegill, el bagre de canal, el walleye, la carpa, el bullhead y el green sunfish. Esta diversidad lo convierte en un destino muy solicitado por los pescadores, que pueden pescar en Keystone Road Landing o Pioneer Road Landing.
Las orillas del río son también un paraíso para la fauna. Podrá ver u oír mirlos de alas rojas, garzas azules, garcetas blancas, martines pescadores y golondrinas, todo ello gracias a las 490 hectáreas de reserva natural del parque.
Preservar la belleza del Parque
La naturaleza ha hecho magia en el Parque Glaciar durante miles de años. Pero últimamente, un poco de intervención humana le ha devuelto -y mantenido- su esplendor.
El personal y los voluntarios se han dedicado a recuperar el estado natural de la zona, eliminando plantas invasoras, reconstruyendo humedales e incluso devolviendo al arroyo Nippersink su cauce natural, más serpenteante.
Lo mejor de todo es la reserva natural situada en el corazón del parque. Es un santuario para más de 40 especies animales y vegetales en peligro de extinción, entre ellas tortugas y pavos salvajes. También es probable ver tejones, marmotas, ranas y ratas almizcleras. Y aves, muchas aves. Es uno de los cinco mejores lugares de la región para ver aves migratorias. Es probable que vea cientos de ellas durante un atardecer otoñal.
Centro de visitantes del Valle Perdido
Por supuesto, antes de hacer nada de esto, merece la pena pasarse por el Centro de Visitantes de Lost Valley. Allí podrá explorar exposiciones sobre la historia del parque, encontrar mapas y guías y alquilar raquetas de nieve... Ah, ¿no hemos mencionado la diversión invernal?
Diversión invernal en el Parque Glaciar
Los glaciares desaparecieron hace tiempo, pero la nieve y el hielo siguen visitándonos cada invierno. Es entonces cuando el parque adquiere un carácter totalmente distinto. Se puede explorar con raquetas de nieve, practicar esquí de fondo, recorrer nueve kilómetros de pistas en moto de nieve o bajar las colinas en trineo. Contemple todo el blanco a su alrededor y podrá imaginarse cómo era hace 12.000 años.