Greg Brummett empezó a hacer joyas en el instituto para sacarse un dinerillo. Ahora fabrica joyas y lámparas en su propia tienda, donde no hay dos piezas iguales.
Algunos padres enseñan a sus hijos a lanzar una pelota o a arreglar un coche. Pero para Greg, fueron las artes lapidarias: su padre le enseñó a voltear, pulir y tallar piedras, y pronto aplicó sus nuevas habilidades a la fabricación de sus propias joyas. Con el tiempo, decidió hacer de su pasión su profesión, abriendo Buena Vista Art en Grafton junto con su mujer, Janey, que gestiona todo el negocio para que Greg pueda centrarse en lo que mejor sabe hacer.
¿Qué me llevó a ello? No lo sé. Es como si le preguntas a un cantante por qué canta: es lo que siempre ha hecho.
Los orígenes de Buena Vista se remontan a la joyería de Greg, pero la producción del artista se ha ampliado para incluir todo tipo de piezas con el estilo característico de Greg. Uno de sus productos más populares son sus lámparas únicas: ya sean de mesa, de pie o de pared, todas las lámparas tienen un toque único, ya que incorporan objetos antiguos y pliegues de cobre para que nunca se haga el mismo diseño dos veces.
A Greg siempre le ha fascinado la época victoriana, una fijación que queda patente en la forma en que parece existir en otro tiempo. Llámalo steampunk, ciberpunk o simplemente "industrial": cada pieza tiene su propio atractivo atemporal, lo cual es conveniente ya que los materiales de alta calidad utilizados hacen que cada pieza esté hecha para durar siglos.
He desarrollado este estilo yo solo y no creo que nadie más esté haciendo algo siquiera parecido.
Hoy en día, la gente viaja de todas partes para visitar Buena Vista y tener en sus manos el arte único de Greg, que no está disponible en ningún otro lugar que no sea la tienda de Grafton. Según Janey, cuando la gente entra en la tienda se pregunta cuántas personas hacen falta para crear estas piezas únicas. Pero no hay "gente", sólo una persona. Sólo Greg.
Además de los productos que fabrica Greg, Buena Vista también tiene cerámica de un alfarero local, así como jabones y exfoliantes hechos por su hija. Parece que el arte es cosa de familia. Greg y Janey se han comprometido a apoyar a la comunidad local; y desde que abrieron la tienda, se han ceñido a un eslogan: "Hecho a mano en Grafton". También podrían estar orgullosos de llamarlo "Hecho en Illinois".
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