Imagínese pasar años creando la bodega y el viñedo de sus sueños sólo para descubrir, justo antes de su primera cosecha, que los frutos de su trabajo son literalmente ilegales.
Cuesta creer que ese año fuera 2006 y no 1920. Joe y Dawn Taylor acababan de pasar los últimos cuatro años construyendo y cultivando lo que se convertiría en Sleepy Creek Vineyards. Lo único que les esperaba era una gran sorpresa: la Ley Seca seguía vigente en el municipio donde se encontraba su viñedo. Resulta que cuando se derogó la prohibición en 1933, el municipio votó por un estrecho margen a favor de mantenerla seca. No es algo que quieras descubrir justo cuando estás a punto de recoger tu primera cosecha de uvas.
Sin embargo, siempre creyendo que "el vaso de vino está medio lleno", Joe y Dawn hicieron lo que haría cualquier viticultor entregado. Lanzaron su propia campaña para acabar con la Ley Seca en el municipio. Y con el apoyo de los residentes locales, sus esfuerzos pronto tuvieron éxito. Casi 75 años después de que el gobierno estadounidense derogara la Ley Seca, Sleepy Creek pudo descorchar su primera botella de vino el 18 de mayo de 2007.
Una década después, Sleepy Creek Vineyards prospera, produce algunos de los vinos más sabrosos de la región y Joe y Dawn hacen y elaboran lo que más les gusta. El viñedo se extiende ahora por más de 10 acres y produce más de 35.000 botellas de vino al año. Todos los vinos de Sleepy Creek se elaboran con uvas de cosecha propia y fruta de cultivadores locales.
Joe y Dawn admiten con cariño que no podrían hacerlo todo sin la ayuda del grupo de voluntarios de Sleepy Creek llamado Purple Finger Club. No es el típico club de vinos. Los voluntarios del club ayudan a recoger las uvas durante la ajetreada temporada de vendimia. Y sí, ser miembro tiene sus privilegios: primer acceso a vinos de lotes pequeños, invitaciones a eventos especiales y dedos manchados temporalmente son sólo algunos de ellos.
Algunas personas creyeron alguna vez que era imposible poner en marcha una bodega, por no hablar de todo un viñedo en el centro-este de Illinois. Pero Joe y Dawn son la prueba de que todo es posible, sobre todo si se tiene perseverancia, determinación y el apoyo de la comunidad. El buen vino también ayuda.
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