
Los latinos constituyen el segundo grupo étnico más numeroso de Chicago, por lo que no es de extrañar que esta ciudad albergue también algunas de las comunidades latinas más animada del país.
Desde Pilsen/Little Village hasta Humboldt Park, aquí encontrarás un resumen de lugares donde comer y para visitar en estos barrios de gran riqueza cultural.

Pilsen/Little Village
Cafetería y panadería Kristoffer's
Situada en el tramo de la calle Halsted de Pilsen repleto de galerías de arte, esta cafetería y tienda de dulces mexicanos es conocida por su tarta de tres leches, una de las favoritas del célebre chef Rick Bayless. Este local también elabora cafés de especialidad. Definitivamente, es una primera parada ideal en tu excursión a Pilsen.
Carnitas Uruapan
Este pequeño local, situado frente a la parada de la línea rosa en la estación 18th Street, es una visita obligada si buscas comida auténtica. Sin embargo, hay un delicioso detalle: aquí solo vas a encontrar un tipo de taco: carnitas. Se ordenan por libra y llegan a tu mesa en una bandeja con tortillas de maíz y salsa verde. Tú mismo armas los tacos, lo cual es parte de la experiencia. Si quieres sumar algo más, en Carnitas Uruapan también preparan algunos de los mejores chicharrones de Chicago, además de frijoles refritos y ensalada de nopal.
Simone's
¿El siguiente plan? Tómate una copa en Simone's, un bar y parrilla moderno y ecológico que es uno de los favoritos de los lugareños. Las paredes están cubiertas de murales, tanto en el interior como en el exterior, lo que hace que el espacio sea tan ecléctico como el propio barrio. El ambiente es a la vez divertido y relajado. Además de cócteles, una extensa carta de cervezas y un excelente menú de platillos creativos y sostenibles, este local también alberga instalaciones artísticas temporales y presenta sets de disyóquey en vivo con frecuencia. Este bar es, en sí mismo, una pequeña institución cultural, y vale la pena pasarte si querés empaparte del sabor local.
Thalia Hall
Construida originalmente como sala de espectáculos en 1892 (y siguiendo el modelo de la Ópera de Praga), la sala Thalia Hall llevaba vacía desde la década de los sesenta, pero recientemente ha recuperado su esplendor original. En la actualidad, este espacio reimaginado incluye un local de espectáculos restaurado, un restaurante especializado en cerveza con un chef galardonado con una estrella Michelin y un bar subterráneo especializado en ponche. Así que, aunque no se enfoque específicamente en la cultura latina, esta joya es parte indiscutible de la historia y evolución de Pilsen a lo largo de los años, lo que la convierte en una parada que vale la pena mientras exploras uno de los barrios más coloridos y singulares de Chicago.
Museo Nacional de Arte Mexicano
Cuando el Museo Mexicano de Bellas Artes abrió sus puertas a principios de los años ochenta, su objetivo principal era crear una institución comprometida con la educación y la justicia social para la comunidad. Desde entonces, se ha convertido en una de las principales autoridades sobre arte mexicano en Estados Unidos. Actualmente conocido como el Museo Nacional de Arte Mexicano, este tesoro cultural (el único museo latino acreditado por la Alianza Americana de Museos) cuenta con una colección permanente de más de 6000 piezas, exposiciones temporales y espectáculos de artes escénicas. Cada año, cerca de Halloween, el museo organiza la exhibición del Día de los Muertos más visitada de la ciudad. Después de recorrer las galerías, asegúrate de pasar por la Tienda Tzintzuntzán, donde podrás comprar recuerdos del museo. Allí encontrarás una cuidada selección de artículos únicos de Puebla, Taxco, Metepec y otras regiones de México.

Humboldt Park
Cuando en 1909 el arquitecto Daniel Burnham presentó su gran proyecto para la ciudad de Chicago, imaginó un "collar de esmeraldas" de exuberantes parques y bulevares bordeados de césped. Una de las claves de este plan es Humboldt Park, un extenso oasis urbano en el noroeste de la ciudad con senderos para caminar y correr, jardines, patios de juegos, campos, lagunas y arquitectura de estilo germánico y pradera.
Humboldt Park da nombre al barrio que lo rodea, hogar de una animada comunidad impregnada de cultura puertorriqueña. Si caminas hacia el norte por Humboldt Boulevard, echa un vistazo a los vendedores locales que se alinean en la calle y ofrecen toda clase de productos, desde camisetas con la bandera de Puerto Rico y elote hasta sandías desde la parte trasera de una camioneta en los meses más cálidos. ¡Esto sí que es explorar como un residente local! Prepárate para una experiencia muy divertida.
Las icónicas banderas de Puerto Rico
El Paseo Boricua también alberga las dos icónicas y enormes banderas puertorriqueñas de metal de Humboldt Park. Con un peso de 45 toneladas y 59 pies de altura, las banderas se extienden de un extremo de la calle al otro y señalan la entrada al corazón de la comunidad puertorriqueña de Chicago. Las banderas son un atractivo monumento y un símbolo de orgullo que refleja las profundas raíces latinas de esta comunidad. Además, son el escenario perfecto para fotos épicas dignas de Instagram.
Museo Nacional de Arte y Cultura Puertorriqueños
Ya que estás en el parque, disfruta de la cultura. En lo que una vez fue el establo de caballos de Humboldt Park, un hermoso edificio de estilo Reina Ana que data de 1895, se encuentra el Museo Nacional de Arte y Cultura Puertorriqueños. Este museo, el único en el país dedicado completamente al arte y la cultura puertorriqueños, exhibe una gran variedad de exposiciones, desde las tradicionales máscaras de vejigante hasta colectivos de arte puertorriqueño contemporáneo. ¿Y lo mejor de todo? La entrada es gratuita.
Por Amber Holst de Concierge Preferred